Probablemente toda mi vida podría ser de esta manera. Hablando sin parar solo por el hecho que me diste una boca. Lo reconozco, me es fácil pronunciar cosas inspiradas por emociones del momento. Es muy sencillo hacer promesas cuando no se piensa en el sacrificio que implicaran el día de mañana. Es simple decir que ya no seré igual después de que me perdonaste mis graves fallas. Ahora.. ¿Cuantas veces te hice lo mismo? Perdí la cuenta.
Con el paso de los días me doy cuenta que difícil es cumplir con todo lo que te he propuesto y mas cuando creo que podría hacerlo sin tu ayuda. Independientemente, seguro de no necesitar tu ayuda ni consejo. A menudo me doy cuenta que te estoy fallando e ignoro tu presencia. Esa presencia que disfruto y necesito en mis situaciones mas tristes y duras. Y peor aun, hay momentos en los que ya ni recuerdo las promesas que alguna vez te hice e incluso actuó como si no te conociese, como si ya no me importara lo que pensas de mi o como te pueda hacer sentir.
Sin embargo siempre estuviste ahí, siempre a mi lado. Siempre esperándome con brazos abiertos, siempre con nuevas oportunidades para hacer las cosas bien. A veces te hice llorar, te pude decepcionar, lastimar y quizás llegaste a pensar que ya no me importabas. Perdón! Ese que te hizo mil promesas y que te fallo otras mil veces fui yo. Y aun así nunca has guardado rencor hacia mi por mis actitudes en contra tuyo ni volteaste tu rostro cuando te busque. Siempre esperándome..
Y esto no se trata de emociones, de decir cosas lindas para hacerte sentir bien ni de prometerte cosas que me son imposibles de cumplir ¿Acaso no me conoces mejor que ningún otro? Esto significa un cambio de actitud, una nueva manera de ver las cosas. Cambiar la perspectiva, entender quien realmente somos. Esto es lo que tengo, estoy seguro que no es lo mejor pero es totalmente sincero. Hoy mi necesidad es dejar todo lo que soy para lograr parecerme mas a Vos. Simplemente gracias y..
Feliz Día.
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